De la banca a la agroindustria, un mundo para ella desconocido en su totalidad. Así fue el salto monumental que profesionalmente dio Liceth Medina, quien se ha convertido en una de las piezas clave de la fuerza laboral de la Asociación de Productores Agrícolas de Venezuela (Aproven).
Y es que Medina es una mujer de retos. No es la primera vez que ha asumido labores profesionales de las que ha tenido que aprender desde cero. Así fue cuando llegó a la banca. Es graduada de TSU en Electrónica, carrera que no tiene nada que ver con las funciones que ha ejercido durante su vida laboral.
“Estudié algo que no tiene absolutamente nada que ver con la administración y con la banca. Una vez entré a un Banco y me dije: quiero hacer carrera en esta área y así fue. Estuve 10 años como Supervisor de Bóveda en el Banco Occidental de Descuento (BOD)”, relata esta joven guanareña.
En su larga trayectoria en esa institución financiera, aprendió lo relativo a la administración y allí conoció al presidente de Aproven, Nicolás Romano, que era “cliente A1” y quien le ofreció trabajo. “El siempre insistió en que trabajara con él hasta que tomé la decisión de salir de mi zona de confort. Ya el banco no era el mismo, me sentía estancada y me vine para esta empresa donde ya voy para tres años”, acotó.
A su llegada a Aproven, se enfrentó a una realidad totalmente opuesta a la que conocía y a la que, no obstante, se adaptó prontamente, empapándose de todo lo relacionado a la agricultura, especialmente a la siembra de maíz, ya que como ella misma señala, “la carrera que tú estudias te da un título, pero no te hace profesional. Eso lo hace el día a día y depende de la actitud con la que se asuma la vida. Mientras uno esté dispuesto a aprender, se le abren los caminos. Mi única relación con la agricultura es esta y sí, fue un cambio radical”.
Su cargo es Analista de Romana, es la que lleva el control de la recepción y el despacho de maíz, lo que la hace tener contacto directo con los productores y transportistas.
Un excelente ejemplo
Liceth Medina califica de positiva y gratificante su experiencia en Aproven, pese a lo difícil de los horarios, especialmente en la época de cosecha. “Aquí he crecido personal y profesionalmente, es una experiencia diferente a la de la banca, donde ―aunque sea mal remunerado― tienes un estatus ante la sociedad”.
Destaca el trabajo en equipo que existe en el Consorcio Aproven, donde “todos hacemos todo” y se involucran en las labores que se desarrollan, incluyendo al presidente de la empresa, Nicolás Romano, que trabaja como el que más de los obreros.
“No tenía ni idea del trabajo del señor Nicolás, es una labor compleja, sin horario. Trabaja igual o hasta más que los demás”, expresa. Sin dudas —agrega— es un ejemplo a seguir.
Medina tiene un hijo de 12 años que también ha hecho sus “pasantías” en Aproven, debido a lo complejo y fuerte del horario, especialmente en cosecha. “Durante esos meses, trabajamos a tiempo completo para la empresa, de lunes a lunes, y en ocasiones he tenido que traerme a mi niño y estudiar con él aquí. Afortunadamente, el señor Nicolás ha sido comprensivo”,
De Aproven rescata los valores de honestidad, buena atención y respuesta oportuna a los productores, siguiendo las directrices del presidente de la empresa. “Aquí se atiende bien al productor, una atención que va desde el cafecito cuando llegan, el productor es la vida de Aproven y por eso es nuestra mayor prioridad”.